Catequesis en la diócesis hace 50 años
LA
CATEQUESIS en
nuestra Diócesis
Responsabilidades
en relación con la catequesis.
Recordaremos
algunos criterios y normas.
La
catequesis, fundamento y base de la comunidad cristiana, es
la preocupación principal de la Iglesia. Esta preocupación se
manifiesta
claramente en su legislación.
El
Directorio de Catequesis, cuyos destinatarios son, "todos los
catequistas,
desde el Obispo, primer catequista, hasta el último laico que
en virtud de su bautismo y confirmación está llamado a difundir el
Mensaje de Salvación, es decir, el Evangelio, como miembro del
Pueblo
de Dios" (1), nos habla sobre la finalidad que le da su razón
de
ser.
¿Cuál
es esta finalidad? promover
la Pastoral catequística; la "unidad
fundamental" en
el estudio y la práctica de la catequesis.
En
efecto la anarquía y el subjetivismo no pueden ser la norma de la
pastoral catequística. Es imprescindible cierta unidad. Al menos la
unidad fundamental en los principios bíblicos y teológicos; en las
tareas
catequísticas, en su contenido, en la organización
de
los responsables,
en la formación de los catequistas..." (2)
Acerca
de la responsabilidad de los pastores, nos habla el cánon
1329: "Es deber propio y gravísimo, especialmente de los
pastores de almas, el procurar la instrucción catequística".
Dice,
"especialmente de los pastores de almas" porque como ya
señalamos,
todo el Pueblo de Dios está comprometido en la acción catequística.
Lo dice esplícitamente el Directorio de Catequesis.
D.
C. Art. 62: 'Por la consagración recibida en el Bautismo, todo
cristiano está llamado a anunciar el Evangelio, como
miembro
del Pueblo de Dios. Por lo tanto los
fieles cristianos, laicos o religiosos, deben prepararse
adecuadamente, según su propia condición
para responder al llamado de la Iglesia.
(1) Mons. Enrique Rau, presentación y breve comentario del Directorio de Catequesis (Pascua 1968) (2) Ibidem.
(1) Mons. Enrique Rau, presentación y breve comentario del Directorio de Catequesis (Pascua 1968) (2) Ibidem.
Pero
no sólo individualmente, sino toda la comunidad como tal: la
Iglesia, la Diócesis, la Parroquia, es responsable de la catequesis:
D.
C. Art. 62: «La comunidad como tal bajo la dirección de sus
pastores, está llamada a participar de un modo activo, en las
distintas
tareas catequísticas...»
Esta
responsabilidad se distribuye en grados. El Obispo, heredero
de la misión docente de Cristo, es el primer catequista.
Responsabilidad
claramente delineada en los cánones 1381 y 1382.
Cánon
1381: «Los Ordinarios locales tienen el derecho y el deber de
vigilar para que en ninguna escuela de su territorio
se enseñe o se haga en contra de la fe o
las buenas costumbres.
Igualmente
compete a los mismos el derecho de aprobar
a los profesores y los libros de religión y también
exigir que por motivos de religión y costumbres
sean retirados tanto profesores como libros»
Cánon
1382: «Los Ordinarios de lugar pueden también visitar, por
sí o por medio de otros, cualesquiera escuelas, oratorios,
recreatorios, patronatos, etc. en lo concerniente
a la formación religiosa y moral; y de esta
visita no se exime ninguna escuela de religiosos...»
El
Obispo es quien promueve la Pastoral catequística. Lo vuelve
a explicitar el Directorio de Catequesis en los cals. 42 al 48.
Ordinariamente
esta grave responsabilidad, la ejerce por medio de la Junta
Catequística Diocesana.
D.
C. Art. 46: «Los Obispos ejercen esta grave responsabilidad sobre
todo por medio de la Junta Catequística Diocesana,
de las que son Presidentes por derecho propio.
A través de ella promueven, orientan, supervisan
la catequesis en sus respectivas Diócesis».
A
la Junta Catequística, le corresponde, pues, todo lo referente a
la organización catequística de la Diócesis. Es decir, a ella le
compete
vigilar, promover, orientar, ordenar y dirigir la acción
catequística
Diocesana; no escapan a su jurisdicción, ni las parroquias, ni las
escuelas de congregaciones religiosas. En todo lo referente a la
catequesis, también las asociaciones religiosas les están
sometidas.
Esta
jurisdicción y vigilancia está fundamentada en la jurisdicción
e inspección que el Obispo ha de ejercer sobre todas las escuelas
católicas de su territorio, según hemos visto en los
cánones 1381
y 1382. En el Decreto del Concilio Vaticano II, "Christus
Dominus" (14) nuevamente se pone de relieve la importancia de
esta vigilancia.
Hasta
aquí hemos señalado la grave responsabilidad del Primer catequista,
el Obispo. Responsabilidad que ordinariamente la ejerce por medio de
la Junta Catequística Diocesana.
Nos
queda todavía un interrogante.
¿Cuáles
son las tareas específicas de la Junta Catequística?
En
primer lugar, aplicar el Directorio, y el catecismo básico en los
distintas regiones y ambientes, en colaboración con otras Diócesis.
En estos momentos ya no se habla de catecismo básico, sino de
contenido básico. En la búsqueda de dicho contenido, cada
catequista, poco a poco va tomando conciencia de la importancia
de su colaboración personal.
Crear
y dirigir el seminario catequístico diocesano; promover cursos
parroquiales y escolares para catequistas; asesorar a los catequistas
en las distintas tareas; promover y supervisar la catequesis en los
distintos sectores de la Diócesis (Parroquia, Universidad, Colegios,
Acción Católica, etc.) colaborar con la Junta Catequística
Central..., todas, tareas de la Junta Catequística Diocesana. (ib)
He
aquí un panorama de arduo y dificultoso quehacer impostergable,
Múltiples son sus exigencias: colaboración y ubicación de personal
competente, especializado, si es posible, coordinación con la
necesaria delimitación de funciones. Es decir, organización.
Con
la debida delimitación de funciones, no vernos que puedan
existir problemas con respecto a organizaciones apostólicas de la
Diócesis. En lo referente al apostolado catequístico, todas reciban
las orientaciones de la Junta Catequfstica, órgano promotor y cocí
dinador de toda la acción catequístíca diocesana.
Al
concluir esta reflexión, solicitamos generosa colaboración
para
que todos los que estamos comprometidos en la tarea más importante
de la Iglesia, la catequesis, seamos testigos vivientes de la
salvación realizada en Cristo.
Junta
Catequística Diocesana
INFORME
DE LA REALIDAD CATEQUISTICA
en la Diócesis de Mar del Plata
en la Diócesis de Mar del Plata
En
general
Se
constata una evolución lenta pero efectiva.
Se
acepta el espíritu de
renovación
catequística.
Manuales:
Se
utilizan los que están en vigencia. Los
temas
los adaptan al grupo de niños a su
cargo;
en algunas parroquias desarrollan
el tema,
consultando varios manuales.
Catequistas:
Aún
actúan catequistas que no han hecho
estudios
especiales, pero en las 15 parroquias
de nuestra ciudad, hay ya, 8 (ocho) que
han obtenido el título de Maestro
Catequista Diocesano, en
nuestro Seminario.
Tiempo
de preparación:
Los
2 años para catequesis de iniciación impuesta
por nuestra Diócesis han sido aceptados
ampliamente; se
logra con
ello que los
niños
tengan una formación religiosa prometedora
y
se percibe el deseo de asistir a los encuentros.
Algunas
parroquias logran en parte continuar
con los niños de iniciación, asignándoles tareas
parroquiales, preparándolos para colaborar
en los distintos Oficios religiosos.y entablando
diálogos ocasionales que despierten
el interés para catequizar.
La
mayoría de las parroquias hacen
catequesis
a
los padres, adolescentes, adultos y en
estos momentos es muy positiva la catequesis
pre-matrimonial que
está a cargo del Movimiento
Familiar Cristiano.
Directorio
de Catequesis:
Todas
las parroquias sin excepción, tienen
presente
las normas impartidas, considerando
elogiosamente lo positivo que les resulta en
la práctica.
Seminario:
Nuestro
Seminario Catequístico
tiene este
año
30 alumnos entre religiosas y laicos en primer
año y
recibirán su diploma los
43 alumnos
que cursan
segundo año.
Mar
del Plata, 7
de
1968.—
(Revista Diocesana nº60 pp77-82